sábado, 12 de mayo de 2012

Edouard Levé sobre el suicidio:

Levé empieza relatando el suicidio de un amigo de la juventud y termina hablando de su propio e inminente suicidio (lo cometería tres días después de mandarle este libro a su editor, a los cuarenta y dos años). Forma y contenido. El libro me impactó mucho, sobre todo la brillante manera en la que induce al lector a reconocer que está hablando de su propia vida y muerte, y no de la de su amigo (más obvio después de leer "Autorretrato"). Les recomiendo ambos, y les transcribo unos fragmentos del último:
¿La muerte es a la vida lo que el nacimiento a la ausencia de vida?
Cuando me entero de un suicidio, pienso en ti. Sin embargo, cuando me entero de que alguien ha muerto de cáncer, no pienso ni en mi abuelo ni en mi abuela, a quienes este se llevó. Lo comparten con otros tantos millones más. Tu eres dueño del suicidio.
Sigues viviendo en la medida en que quienes te conocemos te han sobrevivido. Morirás con el último de ellos. A menos que alguno con sus palabras te haga vivir en el recuerdo de sus hijos. ¿Por cuántas generaciones vivirás así, como personaje oral?
De la descomposición de los hechos –principio, desarrollo y conclusión-, preferías el principio porque en él el deseo supera al placer. Al principio, los hechos conservan el potencial que pierden con la conclusión. El deseo se prolongará mientras no se haya completado. En cuanto al placer, marca la muerte del deseo y, en poco tiempo, también la del propio placer. Es curioso que, gustándote como te gustaban los principios, acabases suprimiéndote: el suicidio es un fin. ¿Pensabas en el como un principio?
Tu vida fue una hipótesis. Los que mueren viejos son una mole de pasado. Se piensa en ellos, y aparece lo que fueron. Se piensa en ti, y aparece lo que podrías haber sido. Fuiste y serás una mole de posibilidades.
No me pones triste, me pones serio. Dañas mi ligereza incurable. Cuando soy demasiado impulsivo y, por razones que ignoro, se me aparece tu cara, le vuelvo a dar importancia a la gente que me rodea. Las cosas adquieren un relieve que rara vez veo. Disfruto por ti de lo que ya no conoces. Muerto, me vuelves más vivo.
Tu sentido del atajo hizo que en vez de acabar los trabajos emprendidos, acabases contigo mismo.
Muerto joven, nunca serás viejo.
(Fragmentos de "Suicidio", de Edouard Levé)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No voy a mentir, me asustaba un poco el hecho de saber que estabas de viaje, sola, en un lugar desconocido y leyendo sobre un hombre y su suicidio.

María dijo...

Hola Anónimo,
Las condiciones externas eran un poco sugerentes, es cierto. Pero internamente todo tira hacia otros lugares.
Saludos.

Somebody dijo...

Hace una semana se suicido un amigo. Encontre tu blog por casualidad y no puedo dejar de leerlo,y encuentro esto... pareciera que hablaba de él... mi amigo. Gracias por compartir, ojala encuentre el libro para comprarlo

María dijo...

Hola Somebody,

Lamento mucho lo de tu amigo.
El libro es muy bueno.

Gracias por tus palabras sobre el blog, me alegro de que te haya gustado.

Un abrazo